El mundo viene cambiando a una gran velocidad, hemos pasado de una economía tradicional a una colaborativa que supone un cambio cultural y social en los hábitos de consumo marcado por la migración de un escenario de consumismo individual hacia nuevos modelos potenciados por los medios sociales y las plataformas de tipo peer-to-peer (Persona a Persona) (P2P), la revolución digital, el icloud, el internet de las cosas y el 3D han cambiado nuestra forma de pensar, actuar y relacionarnos con el mundo exterior. Sin embargo, el tema de desarrollo y capital humano sigue siendo igual de importante o incluso más, las organizaciones líderes se han dado cuenta que la verdadera ventaja competitiva la obtienen al rediseñar sus organizaciones con el fin de atraer, obtener y retener el mejor talento posible.
El panorama de trabajo también se ha venido transformando en los últimos años: innovación, tecnología, cambios demográficos (la fuerza laboral se está volviendo más joven, más vieja y más diversa, todo al mismo tiempo), el surgimiento de nuevos contratos y acuerdos sociales que modifican la relación entre el empleado y empleador y la creciente preocupación por la felicidad y búsqueda de bienestar por parte de las personas, están haciendo no sólo que se rediseñen los nuevos trabajos sino que están cambiando la naturaleza del trabajo mismo.
Según los grandes tanques de pensamiento y consultoras de gestión humana como Mckinsey, el Grupo RBL, Korn Ferry y Deloitte quien recientemente publicó su informe “Tendencias Globales de Capital Humano 2016” – uno de los estudios más grandes a nivel mundial sobre fuerza de trabajo, liderazgo y desafíos de Recursos Humanos en el que se consultó a más de 7000 líderes de negocios en 130 países -, concuerdan al afirmar que para adaptarse a este nuevo escenario, las organizaciones se están restructurando y repensando, esto significa, añadir más flexibilidad y agilidad a sus procesos, moverse en redes y equipos de trabajo y crear soluciones radicalmente diferentes a las que planteaba la generación anterior de líderes.
De acuerdo a estas consultoras una de las grandes tendencias para este año está centrada en la “creación de una nueva organización” en donde la estructura organizacional se está moviendo de los modelos de negocio jerárquicos hacia “redes de grupos multidisciplinarios” convirtiéndose en equipos más agiles, colaborativos y enfocados en el cliente.
La experiencia del empleado es uno de los objetivos más importantes de las compañías hoy en día, según Deloitte, para apoyar esta función, se están creando nuevos roles dentro del área de recursos humanos como “Chief Experience Officer” o “Jefe de experiencia” así como del “Chief Listening Officer” o “Jefe de escucha”.
Al mismo tiempo, debido a la demanda de rápido crecimiento de carrera de los trabajadores, las empresas empiezan a ofrecer cada vez más los canales virtuales para formarse y capacitarse, aprovechando la oportunidad que le brindan grandes universidades como Harvard y Stanford que han migrado gran parte de sus programas educativos de postgrado y formación continuada a plataformas digitales.
La robótica y la inteligencia artificial reemplazan a trabajadores a un ritmo cada vez mayor y se encargarán de labores rutinarias operativas dando paso a que las personas se dediquen a estudiar más otros temas y desarrollen nuevas habilidades y competencias con un alto componente humano y social. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, los 20 empleos con mayor y menor probabilidad de ser sustituidos por la automatización son:
Fuente: Informe sobre desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
Ya no es suficiente que una organización tenga acuerdos de trabajo flexible, cuente con innovadoras metodologías para la evaluación del talento que incluyan herramientas de gamificación por ejemplo y busque diferenciarse con políticas de bienestar que mejoren su reputación, si no implementa estrategias para comprometer y enamorar a sus trabajadores ofreciéndoles herramientas de crecimiento y expansión tanto personal como profesional, y diseñando ambientes digitales de trabajo, será muy difícil que sobreviva.
Las organizaciones deben ser capaces de ofrecer a sus trabajadores un ambiente de trabajo con equipos de personas más que calificadas, empoderadas, en donde el sentido de pertenencia los haga sentirse orgullosos de su aporte a la empresa.
Ante este panorama, la pregunta es si las compañías y los mismos trabajadores están preparados para responder a los desafíos que plantea el nuevo mundo laboral en donde los conocimientos técnicos específicos se quedan rápidamente obsoletos y las políticas, normas y estructuras tradicionales no sirven para afrontar los retos actuales y futuros.
MARIA REINA
Gerente
María Reina Consultores
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