Reflexiones en la Tercera Semana de Cuarentena: la humanización
Como muchos, leo y analizo lo que se publica en tantos medios económicos y redes sobre los resultados de la pandemia y su impacto en la economía mundial y local. De todos éstos insumos que llegan a mi lectura, los cuales selecciono con el espíritu optimista que me caracteriza, en especial para pensar que independientemente de si se logra desarrollar la “divina” vacuna para el COVID 19, si creo que luego de 16 días de cuarentena, muchos ya encontramos una ventana de oportunidad y de re-invención, la cual confiando en Dios, nos permitirá seguir adelante y fue por eso precisamente que me llamó la atención el comentario mencionado por Ricardo Ávila en su columna del periódico el Tiempo: “Llegó la hora de humanizar el modelo económico”.
Coincido con esta premisa al 100 por ciento, al concluir y afirmar que ese reto planteado para el 2020 por la mayoría de las compañías de “transformación digital”, se superó a costa de las circunstancias: de manera acelerada aprendimos a utilizar las plataformas digitales, reaccionamos de manera inmediata a trabajar de forma virtual, y sin pensarlo casi, cambiamos nuestras transacciones operacionales y personales a un sistema digital. Sin duda alguna se está cumpliendo el objetivo, vencimos en parte el mayor desafío programado para este 2020 de utilizar la tecnología a su máxima expresión para cualquier intercambio económico y humano.
Sin embargo, lo más interesante e importante para resaltar, es que derivado de la pandemia, se desarrolla el más increíble sentido de humanidad: una colaboración increíble entre los seres humanos, una red de servidores que prestan apoyo a otros y que varios aplauden, para así fortalecer el espíritu y ese sacrificio, si así se puede llamar, a quienes, sin importar el contagio, prestan sus manos para atender, donar y ofrecer, y así crear el mejor NETWORK de apoyo, de aliento y de creatividad.
Igualmente, como nunca surge un sentimiento o virtud tan difícil para nuestro ego, la compasión traducida en millonarias donaciones, esfuerzos de algunos grupos económicos de mantener su fuerza laboral y trabajo arduo para la re- invención a costa, de sacrificios personales. Esto es humanización a flor de piel.
¿Convertimos este llamado del universo, este desafío que nos presenta el Creador en vísperas de la Semana Santa, en actos de servicio, de Fe, de servicio y de amor … no es esto humanización?
“El virus unió a los practicantes de diversas religiones”, la pandemia digital de la que habla G. Leonard en sus libros, se superó y ahora, en razón a la verdadera pandemia el COVID 19, avanzamos en el modelo de conciencia, a las virtudes del nivel planetario, donde simplemente descubrimos que la mejor versión de nosotros mismos se da, cuando superamos el ego, ejercemos el liderazgo espiritual y servimos, simplemente por la razón de servir y no por una contraprestación económica, la cual sin duda alguna será retribuida y llegará cuando generamos abundancia colectiva y nuestro propósito sea de transformación y de trascendencia.
“Llegó la hora de replantear y de humanizar el modelo económico”
Nota periódico El Tiempo, tomado del Washington Post
Con amor,
María Reina
María Reina Consultores “del Ser para el Hacer “
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