El pasado 21 de septiembre se celebró, el aniversario del Día Internacional de la Paz, fecha en que La Asamblea General de Naciones Unidas decretó, en 1981, que sería “consagrado al fortalecimiento de los ideales de paz, tanto de las naciones y todos los pueblos como los miembros de cada uno de ellos”, aniversario que se constituye en una antesala de una decisión fundamental para nuestra nación.
Hoy ad-portas de esta fecha del plebiscito, más allá de un SI o un NO, hay que votar con conciencia de lo que se hace y con convicción de la decisión de cada quien, pues lo que verdaderamente vale la pena es tomar responsabilidad de nuestros actos y no ser pasivo ante un hecho fundamental que desde mi punto de vista no tiene nada que ver en si queremos o no la paz. No creo que exista un ser en la tierra que no quiera vivir en paz y en bienestar. Todo empieza por cada uno.
El verdadero fin de todos los conflictos inicia interiormente. Decía Thomas Merton, “si estás en paz, hay al menos un poco de paz en el mundo. Compártela con todos los demás y todos los demás estarán en paz”.
La verdadera paz, la que dura toda la vida no es momentánea y no depende de unos o de otros. Es ese estado de serenidad que nace de la aceptación del momento presente, de vivir en coherencia con nuestro propósito, con nuestros valores, con el florecimiento y cuidado de la naturaleza y con la aceptación de los demás en uso de la humildad y la misericordia.
Lo que SI es relevante es mirar primero nuestro interior; para buscar ese bienestar y ese objetivo de nuestro paso por la tierra, de la huella que queremos dejar y del porqué hacemos lo que hacemos. Hay que elegir en tomar una decisión propia, no llevada por el ego, ni por la polarización de unos partidos, ni por el calor de la emoción, por la influencia del vecino o por el que más me cae bien, ni mucho menos por “el cómo voy yo”.
La decisión, como todas, debe ser el fruto de un entendimiento de lo que se firma y no impulso de una “emoción” y en especial debe ser coherente a los valores de uno mismo y de la sociedad “algunos de ellos negociables, otros NO. La verdadera paz, la paz interior no es negociable no depende de nadie más y se relaciona con la razón de ser de todos los seres humanos en esta vida, de trascender para “ser mejor ser humano” y ser coherente con el propósito de vida.
Fue precisamente en esa búsqueda de bienestar que Si genera PAZ, que hemos encontrado en nuestro caminar a compañías y empresas que no obstante las dificultades logran encontrar alternativas interesantes para sus colaboradores apoyando ese sentido de bienestar y de PAZ en ellos y en sus familias. Rompieron paradigmas y eso es lo que hoy, cada colombiano debe hacer, en uso de su facultad del “libre albedrio”: vencer el miedo, salir de la zona de confort y la apertura. Quizás hay algo de ello en todos nosotros en este preciso momento….. Nos asusta cambiar, y preferimos seguir haciendo las mismas cosas, seguir viviendo de igual forma aunque no estemos a gusto con ello, dejandonos masificar.
Cuando se encuentra y se persigue el propósito de vida, se tiene PAZ, un sentimiento de fluidez que permite crear sin parar y entender nuestro entorno, más allá de nuestras fronteras personales, y esa es nuestra invitación para hoy.
La Paz interior es algo difícil de definir, cada quien tiene su propia definición, La Bioguía que es una de las mayores comunidades digitales de Ibero américa de la nueva cultura sustentable, listo 12 síntomas de la Paz Interior para tener en cuenta este fin de semana y siempre:
- Capacidad para disfrutar cada momento.
- Pérdida de interés en juzgar a los demás.
- Pérdida de interés en juzgarse a uno mismo.
- Pérdida de interés en interpretar las acciones de los demás.
- Pérdida de interés en los conflictos.
- Pérdida de interés en preocuparse.
- Momentos desbordantes de valoración.
- Conexión con los otros y la naturaleza.
- Frecuentes ataques de risa.
- Tendencia a dejar que las cosas fluyan.
- Tendencia a actuar espontáneamente.
- Receptividad al amor de los demás.
MARIA REINA
Gerente
0 comentarios