LA GRATITUD, esa virtud que alienta la vida y que nos hace adaptables al entorno BANI

por | Abr 18, 2022

 “El agradecimiento es la memoria del corazón”, Lao Tsé
“Solo practicado la gratitud se hace posible la abundancia” María Reina

Hay muchas formas y técnicas para atraer lo que queremos en la vida, pero una de las más poderosas es practicar el agradecimiento diario.

Sentir gratitud por lo que se tiene y se vive (bueno o malo) en lugar de obsesionarse con lo que no existe, es de gran ayuda para muchos aspectos diferentes de la vida pues se disminuyen los niveles de estrés y se mejora la habilidad para manejar momentos difíciles, para sentir en las crisis y problemas, grandes oportunidades, para aceptar los momentos de sombras, como el camino para la luz.

Múltiples investigaciones del cerebro demuestran que las emociones positivas, como la gratitud, son benéficas para el cuerpo y la mente, se siente en el nivel bioquímico del cuerpo y activa en el cerebro, sentimientos de asombro y admiración, produciendo dopamina y serotonina, las hormonas de la felicidad, el placer y el bienestar.

La auténtica gratitud surge de vivir con propósito, de servir a otros con esos dones que Dios y la vida nos regalan, de valorar lo vivido y sentir esperanza por lo que está por venir. La gratitud se adquiere cuando en vez de percepciones y falsas interpretaciones, con coraje indagamos lo más profundo de nuestro ser y existencia, para encontrar que lo que no es real hay que dejarlo pasar sin agüero y con decisión.

De todos los sentimientos humanos, el más efímero, quizás es la gratitud. Para algunas personas dar las gracias por aquellos servicios cotidianos es muy fácil: el desayuno, la ropa limpia, la oficina aseada, la persona que le abre la puerta, la que le sirve el almuerzo, etc.

Sin embargo, la gratitud implica algo más que pronunciar unas palabras de manera automática. Agradecer responde a una actitud que nace del corazón, en aprecio a lo que alguien hace por nosotros quizás sin merecerlo [1].

El agradecimiento no es pagar “un favor” o “una deuda” es reconocer la generosidad ajena. Agradecer es apreciar, valorar y vivir en el presente, es enfocarnos en lo que tenemos ahora y no en lo que perdimos en el pasado, ni lo que nos preocupa del futuro.

Nuestros pensamientos crean nuestra realidad y poder ver las cosas en su contexto en nuestra vida nos enfoca en la mentalidad de una presencia autentica necesaria para caminar en esa abundancia que todos queremos.

Los budistas creen que cuando se pronuncia la palabra «Gracias» se unen el cielo y la tierra y que esta expresión no es un formalismo sino una especie de mantra (palabras en sánscrito que se refieren a sonidos tan poderosos que aumentan la vibración de las personas y crean nuevos patrones de pensamiento en el cerebro) que conecta lo sagrado que existe dentro de cada uno con el entorno.

La práctica de la gratitud nos apoya en sentirnos felices, también en el bien-estar, como lo afirma Sonja Lyubomirsky en su libro “La ciencia de la felicidad” (“The how of happiness”) [2].

Expresar gratitud por lo que se tiene es una manera sencilla y efectiva de ser feliz en el trabajo y en la vida [3], de sentirse motivado y adaptable a lo que se vive en el Entorno, hoy BANI.

Es un sentimiento que hace la vida plena. Los analistas del “engagement” y “adaptabilidad” en el trabajo, entre ellos María Reina Consultores “del Ser para el Hacer”, dicen que cuando se percibe gratitud y reconocimiento, se consiguen mejores resultados [4], hay un aumento significante de la productividad e incluso, los colaboradores sienten esa disposición de trabajar más horas si se requiere, de manera voluntaria.

Que sea “la Pascua” un momento para agradecer aquello que se tiene y lo que no, para sonreír y hacer aflorar la esperanza, y motivar a otros, servir a otros con amor y compromiso, siendo siempre la mejor versión “del Ser para el Hacer” y procurando la abundancia colectiva.

Felices Pascuas,

Con cariño,
María Reina

[1] Dirían los gringos “taken for granted “
[2] Sonia, profesora del Departamento de Psicología de la Universidad de California y gurú en el tema de psicología positiva
[3] Las personas que suelen estar agradecidas son más felices, tienen más energía, son más amables, y manifiestan mayor empatía que las que no lo suelen estar.
[4] Harvey Deutschendorf, experto en inteligencia emocional y autor del libro «The other kind of smart», que detalla cinco maneras de aprovechar la gratitud en el trabajo.

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