“Walt Disney fue un innovador incansable y un aprendiz de por vida a lo largo de su carrera, promoviendo no solo la animación, sino también el cine, el transporte, la comercialización, la televisión y los parques temáticos”

Si bien era demasiado temprano para lo que ahora se ha convertido en la economía de las aplicaciones; los enfoques revolucionarios que usó para mejorar la velocidad y la calidad de las películas animadas ya en 1933 se adoptaron para el desarrollo de aplicaciones de software «Agile en el siglo 21” [1].

Enfrentar los retos que un entorno BANI, y de buscar esa colaboración exponencial en un medio Web.5, empieza con una reinvención individual. La necesidad de definir un modelo de innovación centrado en las personas es esencial para superar la innovación incremental y lograr la innovación disruptiva.

Lo denominamos: una tercera vía centrada en las personas o innovación de humano a humano (H2H por su sigla en inglés). Esta tercera vía implica tres grandes tareas:

1. Transformar la postura existencial de los individuos que conforman la organización.
2. Desarrollar métodos ágiles de trabajo que ya incluyan tecnologías de transformación del ser, en especial VR / AR.
3. Gestionar una cultura organizacional de la abundancia a través de la innovación que surge de esa mente abierta y adaptable a cualquier entorno.

Transformar la postura existencial de los individuos es desarrollar un modelo de conciencia que permita trascender una mentalidad (o “mindset”) de víctima dependiente del entorno, hacia una mentalidad de abundancia. Se desarrollan las competencias blandas y cognitivas para la creatividad sistémica.

Desarrollar la agilidad para el liderazgo, es incrementar su agilidad para el aprendizaje y cultivar la agilidad emocional. Esto posibilita convertir las restricciones propias del entorno en oportunidades Este método inicia en la formulación de preguntas retadoras e hipótesis estimulantes.

Gestionar una cultura de la abundancia a través de la innovación es el resultado de cultivar la maestría individual, es decir la coherencia entre el Ser y el Hacer, en formar equipos de última milla a través de un modelo de alineación de equipos que inicia con el auto-conocimiento del individuo y culmina con el surgimiento de una conciencia de organización, que permita conocer, comprender, colaborar y trascender.

Solamente aquellas organizaciones que participen en esta tercera vía de la innovación, donde el individuo es el eje, superarán el reto de la reinvención en pleno siglo XXI donde se integran lo humano, la abundancia y la trascendencia [2].

Con cariño

María
MR Maria Reina Consultores «del ser para el hacer»

[1] Brad Kramer
[2]  Artículo base de MRC en  la revista de capital humano