“A North Star to guide your growth “

Larry Fink, fundador y chairman del fondo financiero más importante, Black Rock, dice en el prólogo del libro de Gulati, “Sentido de propósito” [1]que es precisamente el propósito, el motor de las compañías de alto rendimiento, es el “driver” que nos hace trasnochar para avanzar y es la alegría del sentido de vida.

Leyendo mucho sobre este fondo de inversión, su creación, su inspiración, me engancho nuevamente con este tema del sentido de propósito, el cual me parece fundamental para gestionar el entorno que vivimos BANI, Frágil por su significado de la palabra Brittle, Anxioso, Non- Lineal, Incomprensible.

El propósito es nuestra razón de vida para trascender y para actuar, desde la dimensión personal y desde la profesional. Como emprendedora y gestora de su propósito, podría decir que éste es la ilusión para trascender en lo que hacemos María Reina Consultores “del ser para el hacer “, apoya a otros para ser su mejor versión como individuo, y/o para generar la transformación de la sociedad en una mejor, generando abundancia colectiva en las organizaciones.

“A veces se nos olvida que a la noche más oscura le sigue una resplandeciente vida”. “No hay amargura, ni frustración “Jeremías 29,12

Para el año 2003, LEGO había disminuido su valor económico [2] en US$ 1,6 billones. Los dueños de la compañía promovieron a KNUDSTORP, de su cargo de desarrollo estratégico a CEO, con la misión de lograr, de alguna forma una salida para la compañía, o bien para sacarla del mercado.

Además de simplificar el proceso de producción, reducir el portafolio de productos, ofrecer al mercado la metodología de Lego Serious Play [3], KNUDSTORP se dio cuenta que LEGO, después de analizar, de leer su historia, consultar a varios, había perdido su esencia, su propósito, su razón de ser, su identidad, como compañía de “juego para aprender y desarrollar la creatividad de los niños”.

Relanzando así la compañía con su identidad de siempre, y no a través de otros mecanismos [4], Lego cambio su rumbo de “muerte “por uno de gran crecimiento y expansión. Para el año 2008, Lego creció en 400% [5] en su utilidad antes de impuestos, “superando a los grandes del mercado de juguetes: Hasbro y Mattel“.

Tener un propósito y vivir de acuerdo con el mismo, es entonces una de las recetas para el entorno caótico del presente, tan lleno a su vez, de oportunidades si logramos conectar a los colaboradores con esa esencia y ésta impacta de una forma trascendental a la sociedad.

En las empresas EXO, se habla del PTM- propósito de Transformación Masiva y para mí como para el autor el sentido de propósito va más allá, conecta a todos: a clientes, a proveedores, a los dueños y a los empleados de tal forma, que convierte a la jornada de trabajo casi como una balada que hace bailar a quien la escucha de una manera armónica.

Abrazar el propósito de manera positiva desencadena una serie de beneficios para todos, influye en el cumplimiento de la estrategia y lo que es más importante involucra a los empleados de una manera tal que permite el logro de esos resultados exponenciales y genera una tremendad lealtad y empoderamiento de los empleados, cuando el mismo impacta fundamentalmente la sociedad.

María Reina Consultores “del ser para el hacer“ vive en función de su propósito y eso nos ha permitido navegar, gracias a Dios y a quienes confían en nosotros, en momentos difíciles.

Apoyamos a otros a conectar con su propósito y a gestionar sus compromisos y tareas con ese propósito mayor, a través de nuestros talleres que utilizan la metodología “del ser para el hacer”: Psicología, neurociencia, gamificación, filosofía  y tecnologías inmersivas si es el caso. Apoyamos con el logro y medición de la adaptabilidad que exige el entorno BANI [6].

Con aprecio,
María Reina

[1] Ranjay Gulati , “ deep purpose”
[2] Ranjay Gulati, ídem
[3] LSP, metodología de juego serio, en la cual MRC es certificada
[4] Lego, había realizado alianzas con compañías de video-juegos,
[5] Gulati, Ranjay, “ sense of purpose,
[6] Hablaremos, en la próxima carta sobre el caso MICROSOFT