“Muchas cosas con las que me fui topando a lo largo de la vida resultaron no tener precio más adelante” [1] “Soló hay que confiar, seguir la intuición, creer en algo, vivir por ese destino, por ese karma, ese propósito y eso marca la diferencia de la vida” [2].
Este fue uno de los mensajes que dejó el fundador de Apple, Steve Jobs en la ceremonia de graduación de la universidad de Stanford en el 2005.
Su incansable búsqueda de su propósito, esa conexión que con lleva acciones con un fin, por una parte y por la otra genera una pasión y un compromiso de logro que hoy denominamos GRIT [3] lo apoyó en una transformación interior, y a desarrollar una inteligencia espiritual, especialmente en su lucha contra el cáncer y también en la transformación del mundo con su tecnología.
Lo que muchos no saben es que seis años más tarde, en su funeral, Steve dejó a cada uno de los asistentes un regalo: una caja que contenía un ejemplar del libro que cambiaría su vida: La Autobiografía de un yogui.
Considerado un genio por millones de personas, Steve Jobs sólo llevaba en su iPad el libro de Paramahansa Yogananda [4], el cual expone la historia de vida de uno de los yoguis más influyentes del siglo pasado. Esta autobiografía narra las experiencias del yogui, en torno a la iluminación y según la editorial Harper Collins es uno de los 100 libros más relevantes y respetados sobre la sabiduría oriental.
Jobs lo leyó por primera vez a los diecisiete años, mientras cursaba sus estudios universitarios en el Reed College [5], luego, en 1974, realizó un viaje de siete meses a la India que cambiaría por completo su perspectiva del mundo y su visión de negocios.
Cuando estaba en Nainital, un pueblo al pie del Himalaya, contrajo disentería [6] y, para curarse, alquiló una habitación con un colchón en el suelo a una familia que lo ayudó a recuperarse mediante una alimentación vegetariana.
En aquella convalecencia, se produjo una “casualidad” que lo llevó a encontrarse nuevamente con la obra de Yogananda: Un viajero anterior había dejado un ejemplar, lo que le dio la oportunidad de leerlo varias veces.
Jobs viajó a la India buscando iluminación espiritual pues tenía la percepción de que su intuición había sido su mayor don, y necesitaba descubrirla, cultivarla e inspirarse. Necesitaba empezar a mirar el mundo de adentro hacia fuera, transformar su realidad interior en su realidad exterior y que mejor que hacerlo en la India, el centro de la espiritualidad.
Fue tal el impacto de esa experiencia que después de ese viaje se dedicó a leer el libro una vez al año, lo que significa que se lo leyó decenas de veces a lo largo de su vida.
Su búsqueda espiritual iba más allá de una técnica para reducir el estrés o tonificar su cuerpo. Estaba buscando un tipo de transformación interior que lo llevo a adoptar esta filosofía de vida con la intensidad que lo caracterizaba y quedó firmemente grabada en su personalidad.
En todos los sentidos, el yoga y en especial la meditación [7] es uno de los grandes movimientos adoptados por la civilización moderna, ya en Estados Unidos cuenta con más de 20 millones de practicantes. Este renacimiento en occidente, luego de la pandemia, es una respuesta directa al aumento de personas que buscan un bien – estar y a una creencia generalizada en que hay más en la búsqueda de la felicidad que la satisfacción que da la seguridad de poseer bienes materiales.
Más allá del yoga, lo que los seres humanos buscamos es la coherencia con el espíritu, mente y alma, ese estado de vida que permite a la luz ganar sobre la sombra, a vivir en resonancia a un propósito, a ejercitar el GRIT a obtener esos logros soñados para servir, dejar huella y trascender.
La invitación hoy, en el entorno BANI es a reflexionar ¿Qué posibilidades podrían surgir en su búsqueda por el éxito -personal y profesional- si al igual que Steve Jobs, miráramos el mundo desde adentro hacia afuera? Al fin y al cabo y como él decía: “El trabajo va a llenar gran parte de su vida, y la única forma de estar realmente satisfecho es hacer lo que consideren un trabajo genial. Y la única forma de tener un trabajo genial es amar lo que se hace. Si aún no lo ha encontrado, siga buscando, no hay que conformarse” [8].
Nuestra metodología “del Ser para el Hacer” es integral en este sentido, surge de la esencia del individuo para un gran hacer y tener, y poder trascender e iluminar.
«Mediante el uso de la precisa ciencia de la meditación — conocida durante milenios por los sabios, también, por Jesús —, todo buscador de Dios puede expandir la capacidad de su conciencia hasta hacerla omnisciente y recibir dentro de sí la Inteligencia Universal de Dios» [9].
Con cariño,
María
[1] Steve Jobs, en su cama de muerte
[2] Steve Jobs, en el discurso de la U. de Stanford
[3] Grit, concepto de Ángela Duckworth y combina, la pasión el esfuerzo y el compromiso
[4] Yogananda, cuyo libro, el de yogui fue escrito en 1946
[5] Estudios que abandonó para seguir su visión y pasión por los computadores
[6] trastorno inflamatorio del intestino, especialmente del colon
[7] Meditación y la práctica consciente de la respiración, como de la postura física y mental que se requiere para lograr la iluminación y la conexión espiritual que en mi caso es un diálogo con Dios
[8] En María Reina Consultores “del Ser para el Hacer” lo ayudamos
[9] La autografía de un yogui, Yogananda.
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