Reflexiones “del Ser para el Hacer”
Uno de los dilemas del año 2023 para las organizaciones es entender y definir un estilo de liderazgo que se requiere en para el BANI, entorno que de manera más simple se enmarca en dos palabras: restrictivo y retador.
Este es el año en el cual las variables de cualquier índole económicas, sociales, políticas y espirituales presentan un tinte bastante gris que juega en contra, tanto, que se respira un rampante negativismo, hay ansiedad y cierta precaución. El liderazgo o se quiebra o se fortalece. Hemos predicado, desde la pandemia y aún desde antes con la digitalización, en la necesidad de resiliencia y de la adaptabilidad.
Igualmente, el término del nuevo Mindset se volvió común. Todo esto sigue siendo válido e indispensable Sin embargo hoy más que nunca se requiere de otras cualidades para lograr los resultados que esperamos en el año y en especial para navegar en aguas turbulentas.
Un líder deber siempre tener un norte y un propósito de servicio claro. Debe ser realista y ágil en la toma de decisiones: no pesimista, ni tampoco optimista; por el contrario, procurar una actitud estoica, mantener el equilibrio emocional y esa serenidad que otorga el liderazgo consciente del que habla Fred Kofman[1]. Traigo a colación al capitán James Stockdale, quien superó a partir de su carácter formado con el Manual de Epiteto[2] , su tiempo en prisión y torturas en la guerra del Vietnam, específicamente en Hanoi[3]. Stockdale, resistió 7 años de cautiverio con la práctica de esta filosofía de Marco Aurelio y Seneca. Él supero, sin desesperación, con racionalidad y tranquilidad cada angustia y momentos de muerte.
Por otra parte, el conocimiento del mundo, una visión clara de las variables que afectan la economía, al entorno y las específicas del negocio, es un requisito indispensable para gestionar el cargo o posición de liderazgo. Ese aprendizaje general de temas varios debe ser una disciplina de quienes lideran o influyen en otros. Max Sheler, hablaba del mismo como la competencia natural de un líder para llevar adelante el progreso del Universo.
Ese conocimiento debe compartirse sin egoísmo e intercambiarse para hacerlo disponible y co-crear con otros, de tal forma que se convierta en la piedra angular donde reposa la base del Hacer.
Igualmente, la curiosidad permanente debe alimentar ese conocimiento y debe ser una característica de ese líder o ese jefe que gestiona un equipo. La curiosidad, más allá de ser una destreza es una forma de ser innata y se percibe o se mide por una actitud abierta a lo que rodea, a la mirada inquieta y a cuestionar hasta lo más simple. Ser independiente de criterio y ser capaz de exponer una mirada con otra perspectiva, sin pretender la imposición de la misma. La defino como esa mentalidad exponencial donde juega la intuición, el silencio y la observación para obtener diferentes perspectivas.
La empatía y la colaboración genuina son otras características del liderazgo del año 2023. Más allá del relacionamiento y esa capacidad para entender a otros, entre varios temas, es ese liderazgo consciente en la cual las opiniones opuestas y contradicciones no generan conflicto sino una oportunidad de conocimiento de esas perspectivas diferentes, de las que hablo antes. Incluye esta empatía, la capacidad de escuchar y de callar cuando sea necesario. La empatía demanda la colaboración que necesitamos en este tiempo turbulento. Sin importar nuestras diferencias como seres humanos, podemos apalancarnos en las fortalezas de otros para superar las altas olas del entorno.
No menos importante, es la práctica de virtudes para dirigir a otros y capotear el barco del entorno, en esas aguas profundas y agitadas y crecer en el altruismo.
La naturaleza de un líder como dice el padre Leónidas [4] inspirado en la su revisión de la palabra de Dios, es construir y dirigir un equipo sobre “la roca de los valores para resistir ríos desbordados, vientos huracanados y las tempestades. “Con la fuerza del altruismo, no hay motivo para el desaliento es la fuerza necesaria para enfrentar los desafíos” [5].
Stockdale comprendió como en los tiempos difíciles es importante actuar de manera virtuosa y altruista. Por supuesto que hay otras cualidades para el líder de hoy, sin embargo, en María Reina Consultores “del Ser para el Hacer” creemos en lo simple y fácil de construir y de aplicar.
Lo invitamos a nuestros talleres de liderazgo y de construcción de equipos con nuestra metodología “del Ser para el Hacer”. Mientras nos vemos, me gustaría dejar estas reflexiones para la semana de hoy:
- ¿Cómo se siente usted como líder para navegar en la tormenta?
- ¿Qué necesidades insatisfechas traigo a mi estilo de liderazgo?
- ¿Qué espacios para la disonancia cognitiva estoy alimentando con estas necesidades insatisfechas?
- ¿Cómo está mi atención y equilibrio emocional?
- ¿En qué medida mis valores me permiten vivir una cultura de seguridad psicológica?
Con cariño María,
[1] Fred Kofman, Metamangement y empresas conscientes
[2] Epíteto, de la escuela del estoicismo
[3] James Stockdale fue prisionero desde 1965 a 1973
[4] Padre Leónidas, reflexiones para tiempos difíciles,
[5] Daniel Goleman, una fuerza para el bien
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