Propósito, el poder de SER todo un “Bien-estar”

por | May 22, 2023

Fui a los bosques porque quería vivir solo, deliberadamente, para afrontar los hechos esenciales de la vida y ver si podía aprender lo que tenía que enseñar y no descubrir, a la hora de la muerte, que no había vivido. No quería vivir lo que no era vida, ni quería practicar la renuncia, a menos que fuese necesario. Quería vivir profundamente y, vivir de una forma tan intensa y espartana que pudiese prescindir de todo lo que no era vida…  Henry David Thureau

Celebrando mi presente estado anímico, el cual reconozco no es el mejor, decidí como una guerrera de la vida, trascender esos momentos de “tsunami de la vida” o también llamadas “crisis”, viajar a buscar a ver a mi hijo, razón de mi existencia como madre y como mujer, de la mano y el cuidado de mi Señor.

Siendo sincera, muy sincera a mi audiencia, me preocupa mi estado de salud, me asusta especialmente la perdida de la memoria, y los recuerdos del pasado que se pierdan, que se alejen de mi realidad, como sucede con la neblina sobre el mar, con los pelícanos que se alejan. Me perturba el no retener las ideas en mi cabeza siempre tan ágil para los números, para las letras, para descifrar los atibares de la vida, los proyectos laborales y temas simples del día a día, tanto, que, en un silencio profundo, miro al cielo, respiro con intensidad, suspiro y busco en esa calma, como aprovechar lo que me pasa, para dar pie a la creatividad, a la emoción de la vida misma.

Como quien dice, abrazando el presente, me relajo y aprovecho la presente situación para hacer lo que me gusta, lo que me motiva [1], tomo el lápiz y empiezo a escribir…

Nunca había escrito con tanta fluidez y razón, pareciera que las palabras saltaran en el texto sin dificultad.  Como diría Rosa Montero [2] los escritores tenemos algo de locos y son estos estados “de locura” en el cual nuestro ser, se pierde cuando más fluye en la palabra escrita.

En el fondo de mi habitación de una bella población española del Mediterráneo andaluz, veo las olas del mar estrellarse a la orilla; alcanzo a sentir el olor freso del pescado que los habitantes compran en la calle de la playa; pienso en mi vida y miro al cielo, expresando mi gratitud infinita hacia la vida, hacia al Creador que ha hecho un mundo tan bello y que yo, en toda su expresión he podido vivir, agradezco de nuevo.

¡Con los pies descalzos toco la arena para sentir el agua fría que tanta energía me da, me estremezco! Siento ganas de cantar y sacar mi mejor voz para tararear al ritmo de las olas del mar mi balada favorita del momento “para siempre de Kany Garcia”. Eso lo llamo felicidad, sentirme ser humano, demasiada humana con ganas de gritar, de llorar a cántaros y a la vez de vivir intensamente y de pronunciar todas esas melodías que hemos aprendido a la largo de la vida. Recito también “una canción desesperada” de Neruda, todo vuelve a ser simple, y de eso se trata la vida.

Reconozco que esas crisis de ansiedad son más comunes de los que todos pensamos. No sólo lo digo por mí, pienso en mi familia, mis amigas(os) del alma,  en mis clientes y en esas organizaciones a las que, de la mano del Creador me dan la oportunidad de apoyarlos con nuestra poderosa metodología “del ser para el hacer”, quienes quizás por el entorno CRIO [3] sufren estados de ansiedad  y de parálisis para tomar decisiones, para avanzar  y  lograr lo mejor de su SER para el HACER, para transformarse en una compañía a la vanguardia de la tecnología, siendo muy humana y así, crecer de manera exponencial y sostenible. Reflexiono sobre los resultados y nuevamente confirmo que la productividad y el logro de los objetivos corporativos se da, sólo y sólo si, hay una conciencia de cada individuo de su ser, de su propósito, de su valor como profesional y su aporte diferencial en esa hoja de ruta corporativa, la cual hoy más nunca debe ser sostenible, aportarles a los dueños, a la misma compañía, a sus empleados, a sus clientes y a la sociedad.

Compartir es la regla de oro, hacerlo de manera consciente, bajo la sombrilla de los valores corporativos y aquellos del nivel de conciencia alta[4]; creo que el espíritu empresarial para la exponencialidad se da cuando como individuos superamos nuestros egos individuales para colaborar genuinamente con otros y hacer siempre lo mejor por el todo, por el fin empresarial; es esa autentica actitud de soltar y de dar, para lograr la abundancia que se sueña, compartiendo acciones, valores y  avanzar en el propósito empresarial como un fin único común, como un conjunto de esfuerzos que aportan de manera genuina y comprometida.

Me atrevo a decir que, a pesar de mi debilidad física, estoy bien, muy bien y que ese bien-estar tan deseado es el resultado de encontrar la razón de vida y con tesón ponerla al servicio de uno mismo y de los demás.  Es el secreto para las organizaciones y para lograr el resultado … generar espacios de mucho trabajo, de mucho logro con espacios grupales de juego serio, al aire libre, cerca de la naturaleza, frente al mar o en un entorno de bosques, de caminar en silencio, observando y en especial reflexionando Dejar volar la imaginación para aflorar la creatividad.

Ante mi debilidad del cuerpo; pienso en esa palabra tan necesaria hoy: Bien-estar o estar bien, es el mejor estado de la mente- razón de vida-, del cuerpo – agilidad-, del corazón-amor por lo que se hace-, del espíritu – propósito con esfuerzo y valores-.   Así las cosas, mi alma se viste de nuevo para, de la mano de Dios, recuperar mi cuerpo cansado de una vida bien vivida, y   calmar mi mente algo turbada por la ansiedad que generan las miles incertidumbres del país, la quietud empresarial para la consultoría que afecta, el inquietante devenir del mundo.

La transformación digital/SMACIT (Social, Mobile, Analytics, Cloud, Internet of Things) el mayor uso del CHAT, ahora AI, de las redes, de la inteligencia artificial, de las plataformas de colaboración, del metaverso, necesarios en el Hacer, nos impactan notablemente en el Ser, y en ese sentir diario de HACER, nos nubla y nos abre ventanas y también nos genera cierta ansiedad por el futuro presente.

Hay una necesidad más que nunca en amortiguar y capotear estos estados para no enloquecer. De allí el deterioro de la salud mental y la necesidad de realizar una serie de actividades como el YOGA, la calma y la presencia plena corriente del Mindfulness- para mí la meditación contemplativa-, la naturaleza. Todas actividades muy valiosas y que ayudan mucho, más que son paliativas si no existe un propósito mayor de vida, de organización conectado a los valores individuales y grupales. Es ese sentido de pertenencia a algo.

Nuestra reflexión hoy es medir con cuidado esos estados de ansiedad y de crisis que vivimos los individuos frente a las incertidumbres, y más que aportar unos programas de bien-estar que bien ayudan, generar espacios grupales de conversaciones profundas o de juego serio, gamificadas, o de simplemente caminar por la montaña, observando y permeando el bien-estar del grupo y de cada individuo. Tener muy claro cuáles son las actividades que generan “estados de flujo” en cada uno de los individuos o en el todo.

La experiencia muestra que nuestra Metodología del “Ser para el Hacer” que inicia con BIRKMAN o con el juego serio o con otras dinámicas pueden aportar mucho en esta pesquisa, vale la pena. Nuestras salidas al aire libre, y nuestros diálogos de “verdad” son poderosos, no se juzga, sólo se comprende, se dialoga, se apoya.

Se vale iniciar ya este camino de BIEN-ESTAR, como sucede cuando alguien recibe su BIRKMAN, se encuentra con su SER, se acepta, se quiere, se interpreta con amor y encuentra que si bien hay “sombras”, hay muchas “luces” para gestionar con sabiduría, cualquiera que sea el entorno.

Con cariño,

María
María Reina Consultores
“del Ser para el Hacer”

[1] Metodología BIRKMAN, regresamos a nuestro estado de flujo a través de nuestros intereses, que y los denomino las pastillas de serotonina
[2] Libro «el peligro de estar cuerda“ de Rosa Montero
[3] CRIO, Complejo, Rebelde, Incomprensible, y Oportunista
[4] Valores como la compasión, colaboración, humildad, alegría

Certificación  Birkman
Gamificación
certificación birkman, liderazgo, gamificación, coraje

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